El genosociograma es una herramienta que empleo como psicóloga cuando trabajo con mis clientes. ¿Por qué? Explorar el árbol genealógico es una decisión de ser conscientes de la herencia de uno, comprender las dinámicas de la familia ayuda a los clientes a ver las raíces de su sistema de creencias, las carencias y los problemas que puedan surgir. Con la voluntad de cambiar, los clientes pueden ser conscientes de sus repeticiones, superar los patrones limitantes para permitirse gozar el propósito de su vida.
El proceso revela ideas y bagajes de la familia. Dado que todos queremos pertenecer, tendemos a repetir estas creencias y patrones. Esto sucede a través de varios procesos, como la simple repetición (lo que veo, lo repito), la interpretación (independientemente de lo que vi durante mi infancia, mi inconsciente hizo una interpretación y creó algo similar en mi vida actual), la oposición (me sentí culpable o descuidado, por lo que decido convertirme en lo contrario de lo que representaba mi familia) o compensación (debo lograr todo lo que ellos no pudieron/no lograron).
El genosociograma comienza recordando a los abuelos como el contexto emocional de la infancia de los padres de el cliente. La pareja que trae un hijo al mundo claramente tiene un papel importante en el desarrollo emocional. La influencia de los padres prepara el escenario para la creatividad y la sexualidad. Los hermanos son las primeras personas con las que un cliente comparte (espacio, comida, juguetes, atención). Con dichos datos se puede tener un cúmulo de información respecto a las emociones, necesidades, carencias y excesos que el individuo vivió y pudo heredar de su familia de manera consciente e inconsciente.
Mi trabajo en terapia es trabajar con los clientes como un equipo a través del proceso de:
• 1. Ser consciente
El estudio del Genosociograma descubre todas las dinámicas inconscientes no saludables que impulsan la vida de la persona y crean distancia de vivir auténticamente. Ayudo a los clientes a obtener conciencia diaria de estas dinámicas y notar cómo los patrones arraigados dirigen sus percepciones y comportamientos. Los comportamientos comunes de los que un cliente puede darse cuenta incluyen quejas frecuentes, ser innecesariamente pesimista o negativo o tratar de controlar situaciones que realmente no se pueden controlar. La idea es que los clientes se den cuenta de cómo la repetición de estos comportamientos afectaba su vida.
• 2. Deshacerse de los patrones/creencias limitantes
A través del cambio consciente, los clientes trabajan en su diálogo interior y la comprensión de que la realidad depende de su percepción. Esto puede ayudar a los clientes a no tomarse las cosas tan personalmente y adaptarse al cambio y afrontar los conflictos que les limitan. También podemos usar actos simbólicos en nuestras sesiones para romper patrones. El acto simbólico va directamente al inconsciente (donde reside el patrón) y es una forma importante de conectarse con el proceso de integración y sanación.
• 3. Construyendo herramientas para ser un adulto emocional
Por lo general, trabajo con clientes por un período de tiempo limitado, ayudándoles a crear y gestionar herramientas y recursos que les permiten ser responsables de sus propias emociones, reacciones y comportamientos; dejar la necesidad de control y encontrar la paz interior diaria que se merecen. Los clientes entonces tienen todas las herramientas que necesitan para vivir una vida con propósito.